7 ago 2013

Las Heroínas de las Novelas Ejemplares I

                                                                                                M. Romo

       En las heroínas cervantinas de las Novelas Ejemplares confluyen las ideas de una época, dejando dilucidar sutilmente, una polémica suscitada en torno a la mujer y su papel en la sociedad. Cervantes diseña a sus protagonistas femeninas tomando formas de la tradición literaria y folklórica de su época, las viste según unos convencionalismos sociales impuestos que solo actúan aparentemente, a modo de disfraz. Una vez desembarazadas del envoltorio que las caracteriza a nivel superficial, se van desvelando como mujeres independientes, dinámicas, emprendedoras, seguras de sí mismas, conscientes de su valía, que persisten en conseguir sus fines y saben reaccionar ante las circunstancias adversas. 
     Las mujeres cervantinas comparten rasgos típicos de la mujer idealizada del Renacimiento. En ellas el autor ha proyectado su experiencia literaria y vital creando seres de gran individualismo, aunque para ello haya tenido que recubrirlos con el barniz de la ortodoxia.1
   
     Según el principio de variedad que caracteriza a las obras cervantinas, aparece en las Novelas ejemplares, todo un repertorio de personajes femeninos: la damisela incauta, la gitana desenvuelta, la dama aristocrática, la fregona discreta, la mujer aventurera, a las que corresponden respectivamente mundos novelescos distintos. De ese modo, La fuerza de la sangre se relaciona con el mundo de la comedia,  La gitanilla con el Menosprecio de Corte y Alabanza de  Aldea 2, La española inglesa se esboza como una novela bizantina, en La señora Cornelia aparecen elementos típicos de la novela corta y de las comedias de enredo de capa y espada; La ilustre fregona se adereza con pinceladas del mundo picaresco y Las dos doncellas mantiene ciertas analogías con la tradición caballeresca. 
     
      Los personajes se mueven por distintos espacios que van desde el aire libre a la corte,  inmersos tanto en el ámbito humilde como en el elevado, buscando en la variedad de sus caracterizaciones, atraer a la mayor diversidad posible de lectores. Pensando en el vulgo, selecciona elementos vigentes de la tradición literaria, mientras que ingenia para el lector inteligente, fisuras dispersas en sus narraciones a través de las cuales poder asomarse y vislumbrar, más allá de las meras apariencias. No en balde, todas esas estructuras funcionan como telón de fondo, ambientación adecuada y atractiva, exótica o pintoresca que adorna el mundo estético y literario; un aderezo conveniente para deleitar al lector, que funciona a modo de subterfugio tras el cual enmascarar, una forma de pensar que lleva implícita no pocos síntomas de rebeldía hacia ciertos convencionalismos. Actitud, que empieza a vislumbrarse  en algunos sectores críticos de su época.


                                                                                                  1
   
        Al diseñar a sus criaturas, viste arquetipos literarios que llevan inherentes la posibilidad de varias interpretaciones: una acorde con el espíritu de la contrarreforma, y por tanto, “ejemplar”, y otra irónica con respecto a él;  idealismo que caracteriza al mundo antiguo frente al relativismo que caracteriza al mundo nuevo;3 idealismo romancesco y realismo novelesco como dos opciones compatibles y yuxtapuestas que aparecen en la visión que acerca del mundo tienen sus heroínas 4 y  que explican la posible ambigüedad y pluralidad de lecturas.

       A grosso modo, la trama en las que se ven envueltas, recuerda la estructura  tradicional donde en una situación de armonía inicial, irrumpe un suceso o acontecimiento estableciendo el desequilibrio. El desarrollo de la acción conduce al restablecimiento del orden, pero de un orden nuevo que conviene a las nuevas circunstancias. Hay un paulatino ensamblaje de los elementos discordantes dirigidos a restaurar la armonía, para cuya consecución, se cuenta incluso con la complicidad de la naturaleza.

     
      
      La problemática vital de las protagonistas femeninas gira en torno al amor; el amor correspondido e impedido por circunstancias adversas que debe, tras una sucesión de avatares, vencer los obstáculos y alzarse con su victoria definitiva. Es el Amor omnia vincit virgiliano. El pitagorismo, además, identifica el amor con la armonía, fuerza cósmica y mística,5 principio vital que se erige como una fuerza poderosa que actúa a modo de imán propiciando la unión de los amantes. Providencia y destino se unen, de ese modo, en el pensamiento cervantino. Esa especie de predeterminismo inmanente, guía a sus personajes, favoreciendo los reencuentros y allanando el camino por muchos escollos y bifurcaciones  que tenga.6 En muchas ocasiones, sus héroes, se sienten limitados por una fuerza que los dirige, ante la cual se muestran  sumisos. De ese modo sucumbe Andrés al ver a Preciosa, rendido por una voluntad regente: 
Cuando el cielo me dispuso para quererte…” 

      Este sincretismo entre platonismo y doctrina católica no está exento de connotaciones religiosas. Las resonancias bíblicas se dejan sentir en escenas como  la danza de Preciosa delante del templo, o en las representaciones marianas de sus heroínas.

       El idealismo de Preciosa se fundamenta en la elección  entre el amor ambiguo de Clemente y el amor – pasión de Andrés, que tras superar la prueba impuesta, recibe su mayor retribución: el matrimonio cristiano. A través del discurso de Preciosa, se evidencian ciertas ideas erasmistas como la libre elección en el matrimonio, transformando así, la libertad de la naturaleza, en libertad de la voluntad. Para la protagonista, el amor debe fundamentarse en la mutua confianza, quedando excluido de él los celos.

     La historia se enmarca en un contexto idílico, una especie de locus amoenus  y beatus ille 7 donde se poetiza la vida de los gitanos, en cuya descripción perviven elementos de la Edad de Oro. Ese halo de idealismo que parece caracterizar a La Gitanilla es solo superficial. El mundo de Preciosa está lleno de relatividades. Cervantes debió intuir en los rasgos pintorescos del mundo gitano posibilidades creativas, de ahí que los utilizara como materia literaria; un ámbito atractivo de libertad, que puede ser  visto como reflejo de esa vida primigenia añorada por los renacentistas, en la que se insertan elementos folklóricos y populares a los que eran, al mismo tiempo, tan aficionados los erasmistas.

     
       La exaltación idealista del mundo gitano debe ser entendida desde la perspectiva de ironía cervantina por un lado, y por otro, como elemento novelesco. Conocido era el desprecio que debía sentir el lector de la época por los gitanos y sus actividades.8 Al mismo tiempo, Cervantes debió de valorar en ellos la falta de prejuicios de la sociedad de su tiempo, el alarde de libertad, la espontaneidad de sus costumbres, el contacto con la naturaleza, la despreocupación ante la honra, la desconsideración ante el poderoso, frente a los convencionalismos sociales y la desnaturalización de las costumbres en el mundo urbano. No olvidemos que Preciosa, finalmente no era gitana, lo cual parece significativo. Vive como una gitana, en un mundo de gitanos sin que el ambiente menoscabe su verdadera naturaleza.

      Cervantes hace uso de una técnica especial: adopta el punto de vista de sus personajes para mostrarnos, cómo se refleja la realidad en la conciencia de los demás, exponiendo el mundo gitano desde dentro, desvelándonos su forma particular de interpretar la vida. Frente a los juicios irrefutables, opone a través de sus personajes, una visión individualizada que depende del ángulo de percepción desde el cual se observen las cosas. Ese relativismo hace que la realidad se vuelva inconsistente, caleidoscópica, que cualquier certeza parezca ilusoria.
           Las primeras palabras del autor referidas a la gitanilla suscitan el suspense:
"crió una muchacha en nombre de nieta suya a quien puso por nombre Preciosa”.

          A lo largo del relato vuelve a reiterar la misma idea en varias ocasiones: 
…”merecía ser hija de un gran señor.“ ”…llamábala nieta y ella la tenía por abuela…” 
Las reiteraciones se vuelven significativas, con ellas el autor deja un hilo suelto que remata al final de la historia, cuando el origen noble sugerido desde el principio, se evidencia con la confesión de la gitana vieja  y el testimonio de objetos que ésta celosamente guardaba, a los que se le suma la agnición de Preciosa a través de una marca de nacimiento. Todos ellos, elementos folklóricos que se encuentran en multitud de cuentos populares de procedencia europea. El origen noble de Preciosa posibilitará el final feliz de la historia siguiendo el principio de “justicia poética” de la época. La  unión no podía haberse realizado de otra manera; el matrimonio debía ser de natural equitativo, cualquier otra solución hubiera sido contraria al pensamiento cervantino. 9

   
       Sin embargo, aunque Cervantes asume las teorías de su época, no siempre se muestra conforme con ellas. Ese idealismo de universal poético se resquebraja y se agrieta en numerosas ocasiones en las que se vislumbra un concepto más materialista de la vida. El mismo nombre de Preciosa, que apunta a La perfecta casada de Fray Luis de León, se halla también en el Pentamerone de Basil 10 y acompaña al sustantivo explícitamente, en el poema que el poeta liberal le propensa:” Preciosa joya”(pág76).  El adjetivo además de consideraciones morales, conlleva al mismo tiempo, connotaciones materialistas. Otras alusiones metonímicas referidas a Preciosa aparecen diseminadas en la obra: 
¡Este sí que se puede decir cabello de oro¡ ¡Éstos sí que son de esmeraldas! "
La misma vieja, consciente del valor de su nieta, no duda en llevar su mercadería a la corte “donde todo se compra y todo se vende”.

        
        En cuanto a su caracterización, la gitanilla ha sido juzgada por muchos la más cautivadora y lograda de las criaturas cervantinas. Es un personaje literario construido sobre una base manierista. Se han rastreado en ella reflejos de la Tarsiana de el Libro de Apolonio, reminiscencias de las protagonistas  de la literatura amorosa del Amor Cortés, de la Fiammetta italiana y la novela del siglo XVI que defiende el libre albedrío.11 Su gracia, gentileza, discreción, honestidad y desenvoltura, la convierten en el símbolo de la virtud.12 Su carácter va perfilándose a través, no sólo de las palabras del narrador, sino de sus acciones, sus discursos y lo que los demás dicen de ella. Es habitual en Cervantes esbozar sus protagonistas y ceder la responsabilidad final de su construcción a los demás personajes. Ninguno de ellos parece tener suficiente autonomía para prescindir de los otros. En el caso de Preciosa, su fama la precede; cautiva tanto por el oído, como por la vista a todo aquel que la contempla. Cervantes se explaya en consideraciones que no dejan de ser novedosas:
”…era en extremo cortés y bien razonada. Y con todo esto era algo desenvuelta; pero no de modo que descubriese algún género de deshonestidad; antes con ser  aguda, era tan honesta, que en su presencia no osaba alguna gitana, ni mozo, cantar cantares lascivos…”
En otras novelas hará de nuevo hincapié en el carácter “desenvuelto” como cualidad positiva, alejado de  la mojigatería de la época.13
       Siempre descrita en medio del grupo, resaltada por elementos coreográficos y pictóricos, aparece Preciosa como la encarnación de la poesía: 
Salió Preciosa rica de villancicos, de coplas, seguidillas y zarabandas, y de otros versos…” 
       Gran conocedora de la sabiduría popular, se prodiga en sentencias, dichos y refranes. Ese saber hablar de forma lógica y desenvuelta, unido a sus actitudes para el canto y el baile, actividades practicadas en público, debió ser una innovación importante en la caracterización de la mujer del S. XVII. En este sentido, Cervantes parece disentir con respecto a ciertos manuales dirigidos a la educación de la mujer de la época, en los que  se aconsejaba las intrínsecas cualidades y actitudes que debía tener, las labores a las que debía dedicarse e incluso los libros que le estaba permitido leer.14 Adopta, al diseñar a sus heroínas, una actitud que va más allá incluso de las ideas erasmistas y que evidencian una gran modernidad.

    
       Algunas interpretaciones ven a Preciosa portadora de una personalidad paradójica. Su elocuencia y su excesiva inventiva hacen resaltar la credulidad del público, pero fuera de tales representaciones, Preciosa desconfía totalmente de la palabra creadora. En esta idea se basa la significación irónica de la obra, en la distinción entre la palabra sincera y la persuasión artística.15 Oportuno es recordar, la importancia del lenguaje en el Renacimiento, tema latamente tratado en numerosos libros de la época, sin olvidar, el papel que la elocuencia ocupaba entre los requisitos exigidos al perfecto cortesano. En este sentido, Preciosa representa, tanto por las acciones como por sus respectivos discursos, al personaje cervantino más racionalista.16



1 Américo Castro, El pensamiento de Cervantes, p.248 -256. Durante la reforma en España se persiguió el ideal erasmista con violencia. De ahí que bajo esa aparente sumisión se vislumbre la crítica y el pesimismo. La contrareforma obliga a arreglos por miedo, lo cual trae consigo, la melancolía y el desengaño. Cervantes mantiene una actitud crítica que recuerda más a Erasmo que a Trento. 
Américo Castro, El pensamiento de Cervantes. p. 176. El fervor de los humanistas que soñaban con un mundo idealizado, puro y sin mácula les llevó por una parte a  retomar el tema de la edad dorada; por otra, a hallar en elementos del presente esa condición natural, pura y primigenia del hombre. Cervantes parece querer armonizar el arte y la naturaleza, lo racional y lo vital. El arte como medio de perfeccionar la naturaleza. 
3 George Günter, Luis Gómez Conseco, "Cervantes narrador de un mundo desintegrado". Bulletin of the Cervantes Society of América.
Ruth El Saffar siguiendo la posible cronología de la escritura de las Novelas ejemplares, las interpreta dentro de un proceso que va del realismo hacia el idealismo, estudiándolas desde el punto de vista de la oposición novela/romance. La gitanilla y La ilustre fregona estarían en un nivel intermedio; las demás que se mencionan en este estudio pertenecerían al grupo de las idealistas. Para Casalduero, por el contrario, todas son idealistas. González Sobejano “Sobre tipología y ordenación de las novelas ejemplares” p.5” Alicante 2009.
Américo Castro, El pensamiento de Cervantes. p. 123 El amor es la máxima esencia vital. Cervantes estaba impregnado de la íntima doctrina neoplatónica de los Diálogos de León Hebreo; la naturaleza, fuerza mística que según el Renacimiento, comparte con la divinidad el regimiento del universo. 
6 No ocurre así cuando el amor se basa en el engaño o se trata de un matrimonio incongruente en los que Cervantes no duda en castigar implacablemente a aquel que se ha atrevido a romper las leyes que rigen la naturaleza. Américo Castro, El pensamiento de Cervantes. Baltasar de Castiglione, El Cortesano (p.277) Espasa Calpe, Madrid, 1984. Otros autores como  Castiglione llegan incluso a tolerar el adulterio de las mujeres que se casaron forzadas por sus padres. 
Asunción Rallo en la introducción a la obra de Guevara  Menosprecio de Corte y alabanza de aldea ,p.66 Cátedra: “Si los estoicos alcanzaban la libertad mediante el desprendimiento de todo aquello que produjera en el hombre desasosiego, el epicureísmo ofrecía el espacio material donde realizarse dicha libertad. Por ello la tradición del Beatus ille tuvo un especial significado en el humanismo italiano” 
8 Menéndez Pidal, El siglo del Quijote (p.996-1010) Espasa Calpe 1996. Menéndez Pidal  destaca el conocimiento que del mundo gitano se tenía en la época. Cervantes debió de utilizar los elementos novelescos para realzar la belleza de su creación y expuso su opinión de forma más explícita en otras obras como El Coloquio de los perros o Pedro de Urdemalas. El siglo del Quijote, “Los gitanos en España”, Espasa, pág. 991-1013.
Walter Starkie, " Cervantes and the Gypsies" formula una teoría en la que Preciosa no sería sino transposición de la hija ilegítima de una tía suya fruto de la seducción de un tipo semigitanesco. En todo caso, existen divergencias de opinión acerca del verdadero punto de vista del autor sobre los gitanos. (Comentario de Puértolas a la obra de Américo Castro).
Américo Castro: El pensamiento de Cervantes p.169 En relación con los demás, los afines se atraen con energía invencible guiados fundamentalmente por el amor, los dispares se estrellan trágicamente, procurando armonías vedadas por la naturaleza. 
10 Rodolfo Shevill y Bonilla. Introducción a las novelas ejemplares, Alicante, 2004.
11 Mª Teresa Lozano de Castro y Mª del Pilar Moreno Agudo, “El personaje femenino: expresión de dama, expresividad gitana” Bulletin of the Cervantes Society of América, 15.1 (1995)
12 Todas esas cualidades son mencionadas en la obra de Baltasar de Castiglione, El Cortesano, (p.232) Espasa Calpe.1984
13 También se perciben aquí reminiscencias de Castiglione, que se muestra partidario de un cierto equilibrio aristotélico. El Cortesano (p.233).
14 Ana Suárez Miramón. Literatura, arte y pensamiento. “Reivindicación de la mujer y participación en la cultura” (cap.3) Textos del Siglo de Oro. UNED, 2009.
15 Lesly Lipson, “Discourse in La gitanilla", Bulletin of the Cervantes Society of América, 9.1 (1989)
16 Ruth Fine- Jesús G. Maestro," Las ascuas del imperio. Crítica de las novelas ejemplares desde el materialismo filosófico". Bulletin of the Cervantes Society of América



    

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